"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

8 de mayo de 2014

Esa fina lluvia que no moja

Como mariposas en el alma
que descienden lentamente desde tu paladar
hasta mi garganta,
así golpea el deseo deslizándose lentamente
contra mis sienes, sobre mis palmas,
aferrándose como verde hiedra para trepar sinuosa
y quedamente, por las líneas de mi espalda,
allí donde mora desnudo y vencido el rocío
al resbalar herido de muerte entre la hojarasca…

Me dicen que ya no ves las marismas desde tu fría ventana,
que ya no pintaré de cal las paredes que guardaban tu casa
pero olvidas que el deseo, no es tanto pasión como prestancia,
que cuando halla labios de otros labios desterrados
siempre busca algún sentido, que evite la exasperante distancia,
mientras mezcla tiernos recuerdos con aromáticas palabras…

Si tan siquiera imaginar pudieras
como te busqué exánime y ya carente de vida,
en la templanza de cada uno de mis días,
resistiéndome a olvidar  
el sabor salobre de tu umbría piel en la mía.
Si, soy culpable,
por haber bebido de aquellas fuentes un día
sin saber que al hacerlo,
perdía toda razón que tras de ti, mi sinrazón poseía….

Y me escribes diciéndome en tu misiva
que ya no suspiro por ti,
que ya no llegas, como antaño, con cada luz de nuevo día
y no hay nada que siembre más oscuridad en mi vida
que sentir la soledad anidando
entre tus letras escondida…

Siento, siento la brisa crepitar entre los álamos cansados
allí, donde se agitan las hojas enojadas por la rabia contenida,
y es ese momento de infausto recuerdo  
como el implacable destino
que no acierta a lastimar pero siempre se burla risueño
con su implacable osadía….

Al final de estas líneas podrás comprobar
que no eran vanos mis sueños,
ni pueriles eran mis llagas,
ni absurdos eran mis miedos,
ni mis palabras sagradas
y aunque aún sangro por las heridas,
que por tu acero fueron causadas
ya no siento el sutil daño
de esa fina lluvia que no moja 

pero empapa las entrañas….
Un saludo y espero que os guste

2 de mayo de 2014

El plan

Hoy me he levantado con ganas de Guerra, ¿vaya en qué estaría yo pensando?, no queridos amigos, hoy, aunque lo parezca, no voy a hablaros de aquél ilustre socialismo de antaño, aquél de chaquetas de pana con coderas, congresos en la clandestinidad, de ilusiones de cambio, de dignos líderes, bueno, eso mejor ni mentarlo,  porque de aquellos lodos, estos barros, y como ya sabéis, muchos de ellos, son ahora tan sólo decrépitos y seniles calcos de lo que fueron antaño y hoy en día, solo se puede decir de ellos en su debe, que son tan solo pueriles viejos con altos cargos y grandes sueldos en consejos de administración de grandes empresas que ellos mismos privatizaron, ¿casualidad?, no, no lo creo, y no, hoy no quiero sentir arcadas por el irredento y muchas veces añorado socialismo, porque hoy tengo un plan.
Hoy he despertado con el más optimista de los propósitos, e incauto de mi, me ha dado por creer que nadie antes que yo lo habría pensado, pero me temo, estimados lectores, que me he equivocado una vez más, porque siempre hay alguien que puede haber pergeñado el mismo plan mucho antes de que tú lo hicieras, y al final descubres que tu original idea de acabar con el socialismo gracias a las armas del hastío y la aversión que su inmovilismo nos produce, no es original y a la postre, heme aquí que descubro con estupor que ya se me han adelantado.
Hace semanas o quizás meses que no se nada de mi amigo Rubalcaba, ese Bruto que con daga emponzoñada, apuñala al socialismo de izquierdas en la escalinata del presente, aborreciendo el pasado y seducido por la promesa de un mortecino futuro, y mejor que así sea, porque no se le echa de menos. Si, ahora estoy seguro de que Rubalcaba tiene el oscuro propósito de asesinar al socialismo con las armas de la agonía, la desidia y el petardismo más casposo, y os confieso que cuanto mas lo conozco menos le añoro y más me temo que sea él quién me quite el placer del izquierdicidio.
¿Y qué hacer?, ¿cómo reaccionar ante tamaña indolencia? estimados lectores, cómo evitar que éste incombustible superviviente de la otrora seductora izquierda, no acabe con el ideario, por la derecha de mantilla y tauromaquia, tantas veces atacado y otras tantas defendido por aquellos a los que las ideas de izquierda todavía nos corren por las venas, aún a riesgo de morirnos con la ponzoña del neoliberalismo que poco a poco como una metástasis ruinosa, como hiedra trepadora, se ha ido adueñando de lo que en otro tiempo eran tan solo ideas de progreso y libertad.
Os confieso que todavía habita en mi la ilusión y el deseo de que todos estos vividores, sablistas, embaucadores y sanguijuelas, tantas veces derrotados y otras tantas despreciados por las urnas, tengan la osadía y el decoro de apartarse a un lado y dejen paso a una generación de gente con ideas nuevas, con voraz apetito de un socialismo que engendre nuevos derechos que surjan de las cenizas de todos aquellos cercenados por estos fascistas y que ante todo, carezca de herencia recibida alguna; un socialismo que vuelva a los orígenes, a las calles, a la gente, a las ideas y a derrotar a esta irreductible ultraderecha de toros, vírgenes condecoradas, himnos y misa de domingo, que nos la tenía jurada en la esquina de la historia que fueron los atentados de Atocha y que nos la ha cobrado con creces en precariedad, pobreza y humillación en tan solo dos años de desgobierno. 

En fin, estimados amigos, si, hoy tengo un plan, pero he decidido, después de todas estas confusas grafías, que no os lo voy a contar porque los sueños no se relatan, solo se sueñan y si acaso, se recitan en dulces letanías casi silenciosas, para que, de este modo puedan hacerse realidad, y total, al fin y al cabo, es solo el estéril sueño de alguien que aún sueña.


Un saludo y espero que os guste