Llegaste así, tan de
improviso
que apenas acerté a dibujarte
con mis dedos
y aún hoy, me pregunto tantas
veces
de qué lugar surgiste,
pues entre sonrisas
que como sombrillas intentaban
tapar el arcoíris,
te erigiste orgullosa para
que el sol
no marchitase de contento tu
alegría,
hubo paisajes, rocas,
simientes,
maíz y el rumor de una
caracola en tus risas…
Y entonces, cuando menos lo
esperaba,
cuando apenas intuía tu mirada
cuando tan siquiera atinaba a
percibir
que lentamente te acercabas
llegaste tú, mi hermosa rosa
de piernas de alambre y de
pálida cara
y desde ese día no me
acostumbro
si no veo tu silueta cada día
junto a mi puerta sentada…
No supe, apenas pasados
cuatro días
desde que intuí tu llegada
que tras el oeste de montes
de indescifrable
pronunciación para mi
poco a poco te hacías forma
transformando en mariposa
lo que antes apenas era
una oruga desterrando su
crisálida….
Mi pequeña mariposa,
mi querida y risueña
primavera desatada
piensas que he sido yo quién
he puesto letras
a cada una de tus páginas
y no atinas tan siquiera a
imaginar
que con cada una de tus
risas,
con cada palabra de tus
labios obsequiada
has sido tú quién le ha dado
sentido a mi playa sin arena
a este mar que era yo, sin
mareas ni ensenada…
Por eso, ahora que aún puedo
echarte de menos
entre estas letras varadas
y se me hacen insufribles los
días
que para tenerte a mi lado aún
me faltan,
hoy te quiero confesar, que
pintaré con mi sueño un camino
que sólo tú sepas descifrar,
para llegues a mi lado, de
improviso…
Para mi tesoro, mi niña, mi Ana
Un saludo y espero que os guste