"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

28 de julio de 2013

De aquellos lodos estos bancos


Empujado por la tentación más que por ningún otro deseo espiritual o carnal, me enfrento ante este páramo en blanco con la misma inquietud con la que lo hacían los aventureros ante el reto de descubrir que había más allá del horizonte, pero salvando las distancias y mi capacidad como explorador, creo tener la ligera impresión de que quién me conoce sabrá muy bien hacia dónde enfilaré hoy la proa de mi opinión.
He descubierto, pues como adivino no tengo parangón en muchas millas a la redonda, que nuestros ínclitos gobernantes han vuelto a caminar sobre el alambre de la falsedad, la mentira y falacia una vez más, si aunque os parezca extraño, una vez más por enésima vez. Ya lo dice mi madre, se coge antes a un mentiroso que a un cojo, y hago alusión a la sabiduría de mi amada mater porque cada vez tengo una impresión más preclara acerca de que estos mediocres, estos cretinos de media pluma, estos ineptos de escasa sabiduría y corto entendimiento, se habían creído que nos habían engañado vendiéndonos las ayudas a los bancos, la mal llamada recapitalización, y sobre todo la creación del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), como la panacea que salvaría la economía del colapso y devolvería el crédito a las familias.
Si estimados lectores, aquel “banco malo”, como si hubiera uno bueno, se creó con el objetivo de servir de alfombra donde meter toda la inmundicia con la que los bancos habían especulado durante años y que el desastre de la burbuja que ellos mismos crearon destapó, pero el invento de los sesudos economistas pijos y ultraliberales salidos de las entrañas de ESADE e ICADE, si esos que son la fuente del think tank del PP, o sea, de la Fundación FAES de mi amigo José Mari, se volvieron a equivocar un poquito de nada en sus predicciones, ya que en el año 2012, este organismo pluricelular de incógnita madre pero de muy diversos y sesudos padres, ha registrado unas pérdidas de 26.060 millones de euros y cuenta con un agujero patrimonial de 21.831 millones de euros. Y cómo avezados lectores que sois tengo la impresión de que vuestro siguiente paso será preguntar a este humilde amanuense, ¿y eso qué significa? pues os comento un poquito.
Eso significa que de los 42.000 millones de euros inyectados en reflotar esos bancos, habremos perdido en tan sólo cuatro años, 26.060 millones de euros, los cuales según comentaban tras el consejo de ministros del 31-08-2012, la irredenta vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, mano derecha del ya famoso mediocre subliminal Mariano Rajoy, y el ministro de Economía Luis de Guindos, alias Lehman Brothers, y cito textualmente: (…) ese "mal llamado banco malo" no costará "un euro" a los contribuyentes, o sea, todos nosotros, ja, ja, ja.
Según mis cuentas, y eximiéndome, por mi condición de amante de las letras y prófugo de los números, de cualquier error, cada uno de los 47 millones de españolitos de a pie, habríamos perdido de nuestro dinero para salvar a los pobrecitos bancos, 550 € por cabeza, a lo que demagógicamente exclamo que me hubiese quedado más a gusto si tras ésta ineludible e inmerecida sodomización a la que he sido sometido sin casi haberlo merecido, que algo malo debo haber hecho en esta vida o en otra y no lo negaré, me hubiesen invertido la  susodicha pecunia en otros tamaños menesteres más loables, tales como la Educación, la Sanidad, un fin de semana en Londres o en tatuarme los brazos con pin ups, que estoy necesitado de ello, pero no, ellos que como siempre han decidido por mi, por usted y por nosotros, nos han vuelto a traer de aquellos lodos estos bancos.

 Un saludo y espero que os guste

13 de julio de 2013

LA ESTRATEGIA DEL CARACOL


Observo desde mi atalaya, aquí en la alta cordillera del Macizo de los Annapurnas desde donde predico palabras vacías para el universo y repletas de contenido para mi, la visión que del mundo me fue transmitida y que os confieso ya no reconocer en nada de lo que intuyo a mi alrededor. Y lo hago observando como parece que sea siempre más adecuado que nada sea movido para que nada en realidad se mueva, y me propongo serenamente consolarme con esta frase del Gatopardo Lampedusiano, tratando de hacer equilibrios cual funambulista de feria entre cabriolas y saltos mortales para  evitar,  estimados y cómplices lectores, que el lenguaje soez y vulgar que sin duda a mis labios acude, pueda fluir cual manantial desbordado entra estas líneas.
Y es que en estos tiempos de extrema canícula y profunda desazón social, no puedo por más que, aunque me lo había prometido a mi mismo como penitencia a no incumplir, volver sobre los pasos ya mil veces andados para proclamar una vez más mi más profunda repugnancia y mi más profundo hastío con respecto a todo tipo de corrupción social, moral o ética en la que no hallamos inmersos, incluida aquella que no por más cercana a mis ideas deja de ser menos repugnante.
Si, ya ha llegado el verano para mostrar el invierno de nuestras veleidades, y serán estos asuetos estivales como el elixir de ambrosía que intente enturbiar nuestro entendimiento con el fin de desterrar al olvido el recuerdo de aquello que fue y que ya nunca volverá a ser, pues este año y medio de deriva social y de desmoronamiento de lo conseguido con la sangre y el sudor de muchos, que no por ausentes deben de ser olvidados, podrá jamás ocultar la inmoralidad de aquellos que durante estos infaustos meses nos han exigido sufrimiento y fe en las mismas dosis con las que, a su vez,  nos hurtaban derechos a manos llenas mientras llenaban sus bolsillos  de dinero y de avaricia esgrimiendo el mantra de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, putos fariseos, vosotros si habéis vivido pero por encima de vuestra moralidad y valía, indeseables.
Y mientras caen los rayos de sol sobre la curtida tierra que nos vio nacer, escuchamos con el estupor, que sólo la indignación nos obsequia, como muchos de los mismos corruptos que esgrimen la democracia y el respeto a lo elegido por la urnas como el bálsamo que cura todas las mentiras, las corruptelas y lo amaños, se presentan ante nosotros como adalides de la transparencia y del buen gobernar aunque no simbolizan sino la opacidad y el engaño perenne, mientras tanto los unos como los otros ocultan sus vergüenzas tras leyes de transparencia que no juegan sino al juego de la opacidad misma para cambiarnos la bolita de cubilete mientras nos distraen y engañan de nuevo, no, ya basta.
Si, basta ya de mediocres, de mentirosos, de votantes borregos, de necios vividores, de presidentes ocultos tras televisores de plasma, de ex presidentes salvadores de patrias, de periodistas paladines de los corruptos y corrompidos por la erótica poder, de los mismos de siempre desde hace 30 años, de más sufrimientos, de más injusticias, de más impuestos, de más liberalismo salvaje, de más privatizaciones, de más desigualdades, de más hambre, de más sin techo, de no hay futuro, si, si hay futuro, pero ellos no están en él, nuestro futuro es otro pero ellos no deben tener cabida.
Señores socialistas, les doy  un pequeño apunte: un tesorero en 3 meses ha hecho más daño y más oposición al PP que ustedes en año y medio, tengan la valentía y el coraje de irse lejos, y devuélvannos a la gente izquierdas lo que nos han robado, nuestras convicciones, nuestros ideales y váyanse muy, muy lejos.
Sr Rajoy, usted podrá esconderse tras su gobierno y éste podrá esconderse tras el todos están contra nosotros y la verdad nos pertenece, pero no puede hacerlo para siempre, su pasado le persigue como le persigue a su predecesor y mentor. Y me despido de usted, citando primero y parafraseando después a mi idolatrado William Shakespeare en su Ricardo III:
(…) “Ahora el invierno de nuestro descontento se vuelve verano con este sol de York; y todas las nubes que se encapotaban sobre nuestra casa están sepultadas en el hondo seno del océano”.
Pero yo le digo Sr Rajoy, que tras el verano de su ocultamiento llegará el otoño y el invierno de su ocaso, será este año o el otro, y cuando eso llegue, no le salvará ni tan siquiera su absurda estrategia del caracol, mientras, yo estaré esperando aquí en mi atalaya en la alta cordillera del Macizo de los Annapurnas para ver  como cae el telón de su absurda farsa, y sonreiré por ello.

Un saludo y espero que os guste