"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

28 de abril de 2011

Mac vs Pc

Aquí tenéis un video que contrapone los Mac a los PC, espero que os guste el mundo de Apple, veréis las diferencias entre ambos tipos de ordenadores. 

Saludos





Statements by North American Indians (I)

We did not think of the great open plains, the beautiful rolling hills, and the winding streams with tangled growth, as “wild. Only to the white man was nature a “wilderness” and only to him was the land “infested” with “wild” animals and “savage” people. To us it was tame. Earth was bountiful and we were surrounded with the blessings of the Great Mystery. Not until the hairy man from the east came and with brutal frenzy heaped injustices upon us and the families we loved was it “wild” for us. When the very animals of the forest began fleeing from his approach, then it was that for us the “Wild West” began.

Chief Standing Bear of the Oglala Band of Sioux.



Before


Later

Edward S. Curtis's The North American Indian

Aquí os dejo algunos videos sobre nativos norteamericanos, espero que os gusten.

Salud y suerte, que falta nos va a hacer.






17 de abril de 2011

Especies en riesgo de extinción (II) "El Tertuliano"


Esta serie de artículos sobre la fauna urbana, nace con la sana intención de que toda la comunidad científica internacional y por supuesto, las publicaciones más eminentes en éste ámbito, tales como: "National Geographic" o “Science”, muestren interés en la preservación de especies en riesgo de extinción. Hoy seguiremos analizando a otro animal de costumbres: “el tertuliano".

Este ejemplar de dudosa clasificación zoológica, ya que es muy difícil de situar en familia alguna del género aviar, suele atusar su inclasificable plumaje, en todo tipo de estructuras comunicativas y medios de expresión social. Generalmente se les puede escuchar graznar, en diferentes periodos del día, ya que suelen tener muy repartido su tiempo, para de estar manera poder alimentarse tanto él como sus polluelos, futuros tertulianos, cómo no.

El tertuliano, suele llegar a serlo por tres diferentes vías medioambientales: puede pertenecer al llamado género “periolístico”, que se caracteriza por saber de todo pero en realidad de nada, o sea, yo opino de todo, que para eso me pagan y bien. Por otro lado, también es posible distinguir al  llamado “de profesión opinador”, animal peligroso donde los haya que suele carecer de oficio, carrera, estudios, y para qué, pero que se defiende muy bien gracias a sus relaciones de amistad con otros pájaros de igual plumaje. Y por último, y aquí quiero hacer un pequeño aparte, tenemos, un endemismo canario, el llamado “periolisto caído en desgracia durante años”, que ahora en su ocaso vital, obtiene no sabemos muy bien el porqué y sin causa para merecerlo, un retiro en una televisión sufragada con alpiste autóctono, generalmente pagado por la bandada de pájaros que habitan su ecosistema.

Bajo el punto de vista zoológico, que es el que nos atañe en este momento, debemos observar a este ave rapaz con la desconfianza de su constante cambio de plumaje, según el tipo de rama de la que cojee el medio en el que se encuentre posado en ese momento, llegándose a dar casos, en los que un ejemplar de tertuliano adulto opina lo mismo y lo contrario en un muy corto espacio de tiempo, demostrando su apabullante y sorprendente capacidad de adaptación al medio, comunicativo.

Finalmente y haciendo caso omiso al cortejo reproductivo de tan taimada avecilla, podríamos resumir su bagaje vital destacando el carácter ladino y rencoroso de dicha ave mientras se encuentra en un periodo de ostracismo mediático, ya que es en este momento, cuando suele sacar a relucir su inquina disparando sus críticas destructivas a diestro y siniestro, generalmente dirigidas, según su personal opinión, hacia aquellas aves que le han expulsado de su hábitat o desterrado de su merecido nido en dirección a nidos de mínima audiencia, pero lo más significativo, desde el punto vista ornitológico, es su sorprendente capacidad de mutar su opinión, perdonar lo pasado y ser perdonados, según las aves usurpadoras le ofrezcan una redención o retiro, sin duda merecido, en fin, vaya bandada de pájaros.

Salud y suerte, que falta nos va a hacer


13 de abril de 2011

Especies en riesgo de extinción (I) "El Técnico"

Esta serie de artículos sobre la fauna urbana, nace con la sana intención de que toda la comunidad científica internacional y por supuesto, las publicaciones más eminentes en éste ámbito, tales como: "National Geographic" o “Science”, muestren interés en la preservación de especies en riesgo de extinción. Hoy comenzaremos por analizar a nuestro primer animal de costumbres: “el técnico".

Nos encontramos ante un ejemplar de hábitos variopintos, generalmente, encabeza la manada o se camufla entre ella, pululando entre los ejemplares de su misma especie pero no categoría, siempre suele ir tocado con un casco, generalmente de color blanco, aunque suele haber variaciones tonales, un móvil de penúltima o antepenúltima generación y por supuesto, un chaleco reflectante.

El técnico es, generalmente, un ejemplar preparado pero no sabemos en qué menesteres, lo que sí podemos reseñar como su principal característica común, es como en otros muchos casos en la naturaleza, el abrir zanjas y huecos para rellenar con materiales de no sabemos qué procedencia y por no sabemos qué causa, pero desde el punto de vista científico, resulta verdaderamente interesante observarlos en su propio hábitat. El técnico no da explicaciones, no planifica, se lo dan hecho, intuye, coteja y actúa, generalmente sigue el método conocido como ensayo-error, abro la zanja, la cierro y la vuelvo a abrir porque me he olvidado algo. Esta característica ha sido contrastada, gracias a exhaustivos estudios, y suele aparecer, en periodos exclusivamente electorales, lo que les confiere el apelativo de técnicos estacionales.

A veces se les suele encontrar reunidos en manada, o sea, 3 ó 4 técnicos y algún operario, que  generalmente, es el único que da un palo al agua, porque está subcontratado por seis horas y además es un búlgaro de la misma Bulgaria y puede, si no sigue los dictámenes del técnico, ser expulsado por decreto de urgencia a su país.

En cuanto al apareamiento, los técnicos suelen aparearse en los largos periodos preelectorales, pero eso, no puede, ni debe, llevarnos a la conclusión de que sólo lo hacen en esos espacios estacionales, porque sus cortejos precoitales transcurren durante todo el año, si no, cómo habría tantos.

Desde el punto de vista exclusivamente zoológico, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el técnico puede ser muy agresivo e incluso incurrir en actos de brutalidad totalmente reprobables, sobre todo, cuando ve su plaza de técnico amenazada, por esa razón, no conviene el acercamiento a dichos ejemplares sin las rigurosas medidas de seguridad.

Por último, queremos ofrecer en primicia, un escalofriante documento con el que queremos resumir no sólo el conocimiento de su propio hábitat que estos ejemplares tienen, sino también el enorme recelo ante el extraño que muestran y su facilidad de comunicación al respecto (el diálogo que van a escuchar está basado en hechos reales y puede herir su sensibilidad):

-Transeúnte y vecino del lugar: “Buenos días caballero, ¡qué echando unas horas!, perdone que le pregunte, pero es que llevo viviendo aquí muchos años y recuerdo que ese desnivel, ahora ajardinado, era un barranco originariamente por donde corría el agua, ¡ah, claro!, por esa razón, se suele colapsar cuando llueve, destrozando todo a su paso y poniendo en riesgo la vida de los que aquí habitan.

-Respuesta del técnico: Señor, no moleste coño, ¿es que va a saber usted más que un técnico?, ¿tiene usted el título?, ¿es acaso uno?, pues si no lo es, cállese, circule y déjenos hacer a los profesionales, qué más les dará, ni que les molestara, y si nos equivocamos, siempre nos quedará la posibilidad de volver a abrir, cerrar y olvidarnos algo de nuevo, que para eso están los fondos europeos y las elecciones a la vuelta de la esquina.  

Salud y suerte, que falta nos va a hacer


12 de abril de 2011

Envíame una señal

Me planto, definitivamente me planto. Y comprendo que no es mi común forma de actuar el hacerlo, pero es que no puedo con esta panda de pseudopadres de la patria, allá donde miro veo partidos con supuestos corruptos en sus listas, todos sabemos quienes son los principales actores de esta película, y huelga nombrarlos ahora, ya lo haré más adelante. Pero lo que más me molesta, tanto en el panorama nacional como en el insular, es que se nos muestra ya muy a las claras, que todo el pescado está vendido mucho antes de que se alce el telón.

En el ámbito nacional, el PP y sus cornetas del juicio final tocan a rebato sin experimentar “acto de constricción” alguno por la corrupción, a mí no me miren, que yo no he sido, y tú más, vamos de patio de colegio. Acuden a manifestaciones, con tintes de ultraderecha o si no es así, se les parece mucho, reivindicando algo que es justo en sí mismo, la no negociación con ETA, pero les pierde en sus presupuestos la inquina de los últimos ocho años y la repetitivas letanías, tantas veces escuchadas: Zapatero dimisión, Zapatero a la cárcel, Zapatero al cementerio con tu abuelo (represaliado en la guerra civil), Rubalcaba a la cárcel, etc., vamos penoso.

Por otro lado, tenemos a la pseudoizquierda, un partido socialista, cada vez menos social y cada vez menos listo, salpicado por la marcha de su líder y su tan cacareada sucesión, por los casos de corrupción en Andalucía, por una crisis que no crearon ellos, (¡ojo!, no olvidar, que, ésta, está siendo una crisis mundial), pero a la que han contribuido con la ocultación, con la falta de agilidad en la toma de decisiones, etc., vamos penoso.

Y hacemos un doble giro mortal, cayendo de pie y metiéndonos en bucle espacio-temporal para descubrir que en Canarias pasa, sí, ya podéis suponer, lo mismo.

A nuestra derecha, el mal llamado “nacionalismo canario”, derecha reconvertida, caníbal de insaciable voracidad, de memoria fina y estrecha y una capacidad sorprendente para colocarse en la foto y salir siempre retratados los mismos, vamos que te vas quince años a vivir a Katmandú y cuando vuelves, te encuentras a los mismos, a sus hijos y en algunos casos endogámicos y nepóticos, incluso solazados y emparejados entre ellos.

Siguiendo en el ala derecha del ring, tenemos a los populares canarios, bello y florido patio de múltiples familias, todas ellas bien avenidas entre sí, que se disputan un no sé qué pedazo del pastel electoral que al final les lleva siempre a no ser, ni aquí ni en la isla de enfrente, sino un mero convidado de piedra de los anteriormente mencionados, todo sea por probar una parte del pastel y cerrar, de paso, la gobernabilidad a los que ahora con todo lujo de detalles describiré.

Y llegamos por último, a la supuesta izquierda tirando al centro, hidra de siete cabezas, por lo menos, que para que les votemos, los de izquierda, deberían ponerse primero ellos de acuerdo, porque son bastante cansinos, los años pasan y de esa frustrante digestión soporífera de la que nunca salen, no queremos ser los votantes, especialmente el que suscribe, el Alka-Seltzer que les saque de tamaña lucha intestina y esto me recuerda a Salustio y la conjuración de Catilina, vamos un latinazgo mental que me ha venido por instinto.

En fin, que para terminar esta epístola salpicada de desánimo electoral, te sugiero estimado Gran Espíritu, que en tu inmensa sabiduría, si puedes y no te parece muy agotador, dado tu incesante quehacer diario, me envíes una señal, por pequeña que sea, porque con esta fauna, prefiero comerme el voto.
Salud y suerte, que falta nos va a hacer

La Piel Imaginada

Hoy al despertar, entre el pliegue de tus formas me encontré,
sentí como una suave voz me susurraba secretos,
indescifrables preguntas sobre lugares a los que nunca iré...

Pensé tal vez en  licores que anoche nublaron mi conciencia,
quizás, misteriosos brebajes que de bruma enturbian las ideas
y me recosté en una piel, que era aún un paisaje por descubrir...

De pronto, me sentí iluminado por dos espejos de agua de mar,
que me observaban casi con la vergüenza del desconocido,
tratando de resistirse tímidamente a ser acariciados por otros ojos...
Supe por el tacto de tus senos qué sabor tenías
y me deslicé cauteloso por entre tus perfectas columnas de mármol,
buscando un jardín de flores encendidas para allí recostarme...

Caminé por entre tus rocas, sobre espumas de dulce sabor,
recreando mi inocencia en las playas de tus labios
y trepé hasta las escarpadas colinas, que sinuosas prenden de tu talle...

Pronuncié mil palabras que ahora no acierto a recordar,
quizás vanas promesas de amor que jamás cumpliré,
absurdas frases de colores dispersos, palabras vacías de vacíos versos
y entonces abrí mis ojos, despertando del sueño que anoche fuiste...

                                            Salud y suerte, que falta nos va a hacer

10 de abril de 2011

Nada que declarar, excepto…..mi genio (O. Wilde)


En estos oscuros días de abril, he reflexionado entre dos o tres pensamientos , nunca más de tres, que golpean incesantemente en mi “cerebro” y por esa razón, he decidido escribir estas líneas para declararme “Indignado”. Indignado como Stéphane Hessel, el autor de 93 años que se ha convertido en la conciencia social de Francia mediante un libro con 30 páginas únicamente, donde hace un alegato de movilización destinado a la juventud e instándoles a abandonar la indiferencia en estos tiempos adversos.

Hessel, ex combatiente de la resistencia francesa, diplomático, ciudadano judío, nacido en Alemania y nacionalizado como ciudadano francés posteriormente, una persona que ha vivido incluso el horror de un campo de concentración, afirma que “en situaciones como la presente, no debe existir espacio para la resignación o la apatía”, ya que fue esa indignación frente a los nazis la que impulsó a Europa hacia la victoria y hacia la reconstrucción posterior. También se pregunta cómo es posible que, hoy, con la abundancia actual, tengamos que tolerar cambios que reducen y tiran por tierra el bienestar obtenido en tiempos mucho más adversos. Para él, la situación actual es causa de: la dictadura de los mercados y la ausencia de regulación de los sistemas de financiación, que han convertido al mundo en un lugar muy injusto, con el consentimiento de los políticos y la omisión de cumplir su obligación convirtiéndose en unas marionetas a voluntad de los mercados en vez de luchar por conseguir una sociedad basada en valores más justos.

Y mientras leía este alegato sobre la verdad de la gran mentira de la crisis mundial y la inexistente movilización de la sociedad europea, voy y descubro que, por segunda vez, los habitantes de un gélido país europeo, Islandia, se han alzado contra los errores de sus bancos y han rechazado en referéndum pagar las indemnizaciones a Reino Unido y Holanda por la quiebra del Landsbanki y de su ultrapopular cuenta Icesave, vamos, un ejemplo a seguir.

Sin tiempo para recuperarme por “tamaña osadía” de estos lejanos parientes nórdicos, me empapo del manifiesto “la juventud sin futuro”, en el que los jóvenes españoles firmantes de dicho manifiesto, entre los que me encuentro, aún cargando cuatro décadas en mis alforjas ya, muestran su desacuerdo por la política de recortes sociales del Gobierno, y el impacto de futuro que estas medidas representan para la juventud más preparada de nuestra historia, que, sin duda, vivirá incluso peor que sus propios padres. En él, se habla también de la crisis capitalista, de la enorme tasa de paro juvenil que se hace más desalentadora si se piensa en la temporalidad de los contratos, la flexibilidad laboral, el retraso de la edad de jubilación y la reducción de la cuantía de las pensiones futuras. Y propugna, por último, que frente a la salida de la crisis por la derecha, ésta generación en precario, señala a los culpables y reivindica ser escuchados.

Y tras coger resuello, respiro, me animo y sonrío, este oscuro día de abril se ha tornado en un radiante despertar de las conciencias, como bien decía Oscar Wilde, no tengo nada que declarar….excepto mi confianza en el futuro.

Salud y suerte, que falta nos va a hacer

Fuentes: http://www.juventudsinfuturo.net/
               http://www.indignaos.com/



6 de abril de 2011

El Dulce Zumo de la Uva Verde


Su cuerpo y color son quizás un poco tenues, su textura al paladar peca tal vez de un cierto matiz áspero y de un suave sabor a almendras amargas; su olor es afrutado pero es ese tono difuso lo que le hace poseer esa fuerza que embriaga y enturbia los sentidos de aromas florales, ¿no cree usted que este podría ser un vino con el cual poder perder la cabeza, señor…? Perdón, no le estaba prestando atención, sí eso creo, pero… Disculpe no suelo dirigirme de esta manera a todos los hombres que encuentro sentados en la mesa de al lado de un restaurante pero ya que compartimos nuestra admiración por los grandes caldos y el don de un olfato privilegiado pensé que podríamos charlar y quizás cenar juntos…

Aún lo recuerdo como si fuese hoy y me ruborizo por mi osadía, pero hasta ese día desconocía el significado de esa ignota sensación que había oído comentar siempre en boca de otros pero nunca en la mía, esa irresistible atracción que te arrastra irremediablemente hacia alguien sin capacidad ni posibilidad de evitarlo, y con él me ocurrió por primera y última vez en toda mi vida.        

David y yo, teníamos nuestras respectivas vidas, nuestras tediosas respectivas mentiras y como ya habrás podido descubrir éramos por entonces afamados sumilleres y aquél día 25 del mes de agosto de 1996 nos encontrábamos en el concurso nacional donde anualmente los 16 más afamados olfatos de todo el país se reunían para probar sus destrezas. Si se pasaba la primera criba, los cuatro finalistas realizaban diferentes pruebas: una cata a ciegas de identificación, contestar rápidamente a un cuestionario escueto de preguntas variadas; corregir una carta errónea de vinos; servir y decantar un vino tinto; servir un espumoso; maridar vinos y platos siguiendo un menú de degustación elaborado para la ocasión; y aconsejar y encender correctamente un cigarro puro. Pero esa desleal y a veces cruenta competencia pasó casi sin darnos cuenta a un segundo plano, pues durante el día sólo deseábamos que el anochecer llegase y con él, el momento de la cena para, como colegiales, buscarnos con las miradas y acercarnos lentamente el uno al otro.

Poco a poco descubrimos que de un leve contacto, de un sencillo y casi furtivo roce podía surgir una pasión, una historia de amor, la historia de amor más grande jamás vivida, e irrefrenablemente ocurrió, ya no importaba si el vino era un cavernet, un Chateau Geneau o un blanco del valle del Ródano. Ahora, aquel vaporoso brebaje sólo era un elixir que enturbiaba nuestras mentes, que perfilaba los contornos de unos labios y confundía las líneas que delimitan los umbrales de los cuerpos, guiándonos sin remisión hacia lugares donde los sentidos sólo son evanescentes parajes olvidados en el espacio y en el tiempo. 

Con una vuelta de llave el mundo de nuestra habitación de hotel se transformó en un paraíso donde las caricias que hoy parecen lejanas se hicieron forma, donde los besos tuvieron por fin el sentido que se les supone y los cuerpos empapados en el aroma que solo puede emanar de los cuerpos inundó todo lo que nos rodeaba y pasó el tiempo, no cuántos miles de segundos, minutos, horas, ignoro si sólo fueron instantes, pero para mí la existencia hasta entonces tediosa y soportable, tuvo al fin sentido.

Nos amamos durante tres días con sus respectivas noches olvidándonos de concursos, del tiempo que inexorablemente transcurría, de la vida que seguía su imperturbable discurrir fuera de aquellas cuatro paredes. Cuando todo tuvo que volver al pretérito lugar de donde ambos proveníamos, simplemente tuvimos que mirarnos para comprender que aquellos instantes que pasamos juntos habían restado sentido a todo lo anterior de nuestras vidas, esas escasas horas dieron valor a todo aquello que hasta entonces no lo tenía y sin más nos despedimos sin saber si nos volveríamos a ver o quizás con la esperanza de que el año siguiente pudiésemos reencontrarnos.


Ha pasado el tiempo y debo admitir que no de forma descuidada, pues no quisimos compartir nada más que lo que en realidad aquellos días nos hicieron poseer, es por ello que perdimos todo contacto, yo seguí con mi tediosa vida, con mis absurdas responsabilidades y David, no sé, desconozco qué ha sido de él, quizás ahora esté viviendo otra nueva aventura, quizás siga con su vida y haya conocido otros lugares, otras vidas, otros horizontes, otros cuerpos. En fin, la vida es la suma de tres partes de tristeza y unas gotitas de aventura; odio que  mis pensamientos se vean enturbiados por el monótono ruido de la tecnología, el molesto sonido del timbre de la puerta suele volverme bruscamente a la realidad, aunque en este caso casi agradezco y ansío la llegada de la revista anual de sumilleres pues gracias a ella pueda quizás tener alguna noticia de…y en ese instante, la revista cae involuntariamente de su mano y al caer se puede leer en una pequeña y breve reseña en el margen superior derecho: dentro de las noticias que han ocurrido en este año, no podemos dejar de comentar una de las más tristes reseñas, la muerte de nuestro ilustre colega David  Bouquet, el cual falleció en la localidad de Bordeaux el día 30 de Agosto de 1996 tras una larga enfermedad.

Habrás descubierto ya por esta carta querida Adele, que David me ocultó que estaba a punto de morir, que nunca noté atisbo alguno de temor en él, y ni tan siquiera de autocompasión, que aquel hombre casi ya ante el umbral de la muerte, no se preocupó jamás por si mismo sino por el contrario me hizo sentirme viva aún cuando a él le faltaba la vida, ahora que todo pasó, y que he tenido tiempo de pensarlo, te escribo estas letras desde la misma habitación del mismo hotel para despedirme y para decirte que voy a emprender un viaje que espero no sea largo ni doloroso y cuyo final quiero guardar y que guardes siempre en mi y en tu memoria y dice así: y el vino que había sido el motivo de todo aquello, se convirtió en aromático néctar que recorría nuestros cuerpos formando cascadas en los salientes rocosos o discurriendo entre las delicadas columnas marmóreas que desembocan en valles donde el líquido se convierte en ambrosia, allí donde sólo existe el dulce zumo de la uva verde.

Ilustración: Ignacio del Dedo

Como si fuera la primera vez

Conocí a Aileen mientras caminaba por una calle cualquiera de una ciudad cualquiera, en una de esas cansinas y ociosas tardes en las que la desidia se balancea ondulante con el pasar de las horas. Desde el primer momento en el que nuestras miradas se cruzaron supe como instintivamente que algún día sería mía y yo, suyo también sería.

No mucho tiempo después Aileen vino a mi vida y como por ensueño entró en casa guiada por mi mano en la forma en la que siempre había soñado que sería; cruzamos el umbral como los viejos amantes solían y desde ese mismo momento comenzamos la más bella historia de amor que jamás nadie hubiese podido imaginar.

Nuestra relación no era una relación al uso; al principio nos amábamos a todas horas, en las posturas más inverosímiles, en los lugares de más confusa descripción, nos amábamos casi con la ternura y la violencia que marca la pasión de cada nuevo y emocionante cortejo amatorio. Nuestro amor era como el de esos amantes que desgarran los sentimientos para buscar aún más profundamente si cabe, allí donde la fogosidad y el ardor de los cuerpos y de las mentes pierde su cordura para acabar arrojándose por completo en los brazos de la locura.

No es menester que describa con ostentación ni boato todos y cada uno de nuestros febriles encuentros, pues aunque podría hacerlo, no es mi estilo el hablar de una dama y de sus ocultas interioridades, aunque si me gustaría describir sus rasgos, su cuerpo... Su cuerpo era prado de verde aroma, olor a velas e inciensos encendidos que adornaban escenas como en solemne obra teatral. Su rostro, su rostro retaba a aquél que poseería la belleza si imaginar pudiésemos su rostro, sus carnosos labios, suculentos gajos de ácida naranja humedecidos por el cimbreante tránsito de una lengua suspendida en la levitación constante. Sus pechos, sus pechos, como gotas de lluvia, plantaban cara a la ingrávida gravedad con el desafiante mirar de pezones que tornan su frente hacia los azules paraísos de la bóveda celeste para luego discurrir como caudaloso arroyo por el canal que entre sus pechos se abría y desembocar en el primigenio principio que se hace forma en el ombligo que una vez fue vinculo y alimento, descendiendo sumido en la pérdida de conciencia por entre bosques de suave deleite para beber de las fuentes que son principio de vida, aunque Aileen jamás pudo cumplir ese mi paternal deseo.

No quisiera pecar por exceso en la sublimación adjetiva de los tiempos ni de las formas, pero si me gustaría destacar que para mí y supongo que también para ella, el amarnos era como descubrir aquello que hasta entonces era ignoto, y aunque pretendía cada día sorprenderla con mis más ocultos y profundos deseos, lo que más le agradaba era que fingiésemos que todas y cada una de las veces en las que nos amábamos era como si fuese la primera vez, como aquella ya remota primera vez en la que dos cuerpos desconocidos se enfrentan al reto del primer contacto.

Pero la pasión como una nube de verano que va de paso, también fue poco a poco alejándose como hoja que se mece al capricho de una suave brisa, sabiendo que jamás volverá al lugar de donde partió, y así fue como nuestro ímpetu amatorio se fue convirtiendo en desapego y éste, en rutina y conveniencia. Ya no compartíamos las mismas opiniones, nuestros gustos, antes tan similares, eran ahora notas discordantes de nuestra sinfonía. Nuestros planes de futuro, rara vez decididos al unísono, más bien siempre por mi parte, ya no parecían ilusionarnos, la distancia se fue haciendo surco y nuestras vidas se fueron distanciándonos hasta el punto de no acariciarnos, de no dormir juntos, hasta el punto de desagradarnos el ligero roce de una mano, el leve contacto que antes encendía nuestro deseo, ahora se ahogaba en los brazos de nuestra desidia.

Justo unos días antes de separarnos y decirnos adiós para siempre, le hice prometerme que jamás dejaría que la amasen en la forma en la que solíamos hacerlo; con el secreto deseo de que cada una de nuestras caricias fuesen como aquellas que se prodigan los amantes con el primer roce de dos pieles, como si fuese la primera vez…ella como siempre no contestó nada.

Semanas más tarde descubrí en un catálogo al que estoy suscrito que la nueva serie XR6, ya estaba en el mercado y esta nueva remesa estaba hecha de un material que imitaba la fisonomía femenina casi a la perfección; huelga decir que Aileen y yo ya no estamos juntos, y que es muy posible que Erika llegue a casa esta misma semana.

Conclusión: como muy bien me advirtió mamá, nunca encontrarás nada en la calle hijo mío, como lo que te traen a la puerta de casa, y tenía razón.

El Reflejo

Amanece o eso creo, aquí la luz no es natural, a veces apuesto a imaginar si es de día o de noche ahí fuera, pero nunca sé si gano o pierdo, que estupidez ¿a quién le importa?. Esta mañana me encuentro más animado, tengo una pequeña compañera en mi reducido dúplex subvencionado, me limito a observarla sin entablar ningún tipo de comunicación, y es que he olvidado como hacerlo; el pequeño arácnido teje y teje una tupida tela sin preocuparse por su entorno, cómo le envidio.

Hoy al levantarme decidí terminar con mi poblada barba de años, y dando un paso de apenas medio metro me encaminé hacia el espejo, si , ese artefacto tan poco útil que cuelga de un retorcido gancho mil veces escrutado por mis intrigantes caseros. En mi situación su utilidad me parece fútil y no es eso lo en realidad me preocupa, sino el hecho de no poder reconocer a la persona que se asoma frente a mí, pues durante años ha estado colgado del revés, para no tener siquiera que imaginar que pudiera ser yo, ese ridículo ser humano que parece perseguirme a cada paso por este inmundo habitáculo donde llevo viviendo desde hace seis años, quizás por que sé que aquí no hay nadie excepto yo ¿o eso creo?. A veces lo dudo pues escucho voces de mi pasado recitando letanías indescifrables que no acierto a comprender, y luego el más profundo silencio, el más cruel silencio, la nada. Pero hoy ya todo eso no importa, hoy por fin me voy, hoy se acabará todo esto, ¡que feliz soy!, por fin el reflejo que parecía esquivarme volverá a ser parte de mí, no me habéis vencido, volveré a ser de nuevo una persona, para siempre.....




Nota de Prensa:

“Hoy a las siete y treinta de la mañana, John O´Really, el asesino de Atlanta, ha sido ajusticiado en presencia de las familias de las treinta y nueve victimas de sus crímenes, que se sintieron reconfortadas, aunque no totalmente pues en todo momento, O´Really esbozaba una amplia sonrisa que parecía no borrarse ni siquiera cuando la inyección letal le fue administrada, parecía, parecía como si por fin hubiese encontrado su reflejo".

Ilustración: Ignacio del Dedo.

3 de abril de 2011

El verso suelto

Hay días, y confieso que este es uno de ellos, en los me reconcilio con la especie humana. Hoy me he levantado y he leído con sorpresa y escepticismo que alguien en este planeta se mueve al margen de los espurios intereses económicos o de la búsqueda incesante de la engañosa notoriedad que la fama otorga, aunque sólo durante 15 minutos, como bien decía Andy Warhol.

Este admirable e idealista científico colombiano, al que hago alusión, es el descubridor de la primera vacuna contra la malaria en 1986, Manuel Elkin Patarroyo, el cual ya en ese tiempo rechazó ofertas de empresas farmacéuticas para vender la patente de su vacuna por valor de 74 millones de dólares y tuvo, huyendo del interés económico, de su propio beneficio y a pesar de las presiones del impenetrable, desconfiado e interesado lobby científico, un alarde de generosidad y altruismo al donarla en Mayo de 1993, a la Organización Mundial de la Salud.

Hay días, y confieso que este es uno de ellos, en los me reconcilio con la especie humana. Hoy me he levantado y he leído con sorpresa y escepticismo que alguien en este planeta se mueve al margen de los espurios intereses económicos o de la búsqueda incesante de la engañosa notoriedad que la fama otorga, aunque sólo durante 15 minutos, como bien decía Andy Warhol.

Este admirable e idealista científico colombiano, al que hago alusión, es el descubridor de la primera vacuna contra la malaria en 1986, Manuel Elkin Patarroyo, el cual ya en ese tiempo rechazó ofertas de empresas farmacéuticas para vender la patente de su vacuna por valor de 74 millones de dólares y tuvo, huyendo del interés económico, de su propio beneficio y a pesar de las presiones del impenetrable, desconfiado e interesado lobby científico, un alarde de generosidad y altruismo al donarla en Mayo de 1993, a la Organización Mundial de la Salud.

Una vez más, y tras casi 25 años de aquello, vuelve este humilde hombre de enorme honestidad, constancia y sencillez, aún siendo uno de los más grandes y controvertidos científicos del mundo, a salir a la palestra de la actualidad, gracias a la segunda generación de su vacuna contra la malaria, que según el mismo explica, abre la puerta a una multitud de posibilidades en la búsqueda de una solución plausible para casi 517 enfermedades, entre las que están la tuberculosis, el papiloma humano, el dengue, la hepatitis C o la lepra.

A través de su estudio de la malaria, ha conseguido, en pocas palabras, que los microbios que causan dicha enfermedad, se hagan visibles ahora para el sistema inmunológico, y por ende, y a través de ello, poder crear vacunas sintéticas que consigan luchar contra el antes oculto invasor. Pero, significa esto que éste hallazgo va a generar una  avalancha de vacunas y curaciones, no, sólo es una nueva vía, pero una vía muy importante para la erradicación de estos males endémicos para la humanidad, y por ello nos felicitamos, bueno, no todos, los de siempre, los lobbies farmacéuticos y sus cornetas ya han tocado a rebato, ellos y su falta de altruismo, están intentando empañar y depreciar este inmenso descubrimiento, que esta vez sí, ha sido avalado y reconocido por la eminente revista estadounidense Chemical Reviews, lo que le ha dado el aval del mundo científico.

Y os preguntaréis por qué os cuento todo esto, pues lo hago porque hoy he caído en la cuenta de que en éste mundo de Fukushimas, Faisanes y Libias, todavía hay hechos cotidianos y personas que tienen la capacidad, tomando el nombre de este blog, de ser contrarios, de sorprendernos, de ser versos sueltos en una poesía que cada día parece peor escrita.

Salud y suerte, que falta nos va a hacer.


Las Milagrosas Aguas del Jordán

Observo en nuestra pequeña ínsula Barataria, y cada vez con más fruición e interés, si cabe, a los supuestos próceres de la "patria canaria" sin oficio anteriormente conocido ni futuro por conocer, ya sea de un color u otro, dándolo todo por la "res pública", por supuesto siempre, en la infructuosa búsqueda del bien colectivo como entidad abstracta y etérea, y que no quepa duda alguna, en aras de nuestro mutuo y común bienestar, y me da por pensar, ¡qué suerte tengo de vivir a las orillas del Jordán!

Veo a los que, la identidad canaria ni oler de cerca querían, enarbolando ahora banderas que antes por decreto prohibían. Leo y lo que leo me estremece, porque aquella derecha rancia por arte de frágil memoria, se ha tornado en acérrimo independentismo de fin de semana y me da por pensar, ¡qué suerte tengo de vivir a las orillas del Jordán!

Escucho a ésta gente sin oficio ni "beneficio", bueno eso sí, hablando de parados, de grandes obras, de planes de ordenación urbana, de mamotretos, de trenes del sur y del norte, de olvidados hospitales, de oposiciones no natas, de inauguraciones casuales, de pelotazos sanitarios, de presidentes ubicuos, de elecciones que vendrán y me dar por pensar, ¡qué suerte tengo de vivir a las orillas del Jordán!

Oigo a lo lejos llegar a los salvadores de patrias "lejanas", montados en corceles como jinetes del apocalipsis, siguiendo las estelas que marcan los pájaros azules, amparándose en el ruido del vocerío de los palmeros que sólo alaban sus hazañas, ocultando las hazañas de los otros bajo el agudo nihilismo de la infamia y del insulto y me da por pensar, ¡qué suerte tengo de vivir a las orillas del Jordán!

Y callo, porque así estoy más guapo y cuando ya no me resisto, voy y hablo, y me da por recordar las vanas palabras y las promesas vacías, las guerras justas, si alguna vez lo fueron y las injustas, si lo quisieron ser,  los estados de bienestar y de malestar, la crisis que nunca fue y la que creí percibir, y me dar por pensar, ¡qué suerte tengo de vivir a las orillas del Jordán!

Por todo esto que hoy os cuento, he decidido proponerme en éste rapto de extrema cordura que ahora sufro, por una larga temporada, no observar, no ver, no escuchar ni oír y ni tan siquiera hablar, que sí escribir, y evitar recapacitar o decidir, que si me viene una transitoria locura que me devuelva a la cordura de la que ahora carezco, ya haré yo como todos estos que he nombrado anteriormente, bañarme en la electorales aguas del Jordán y así espiar mis pasados pecados.

Paz, amor y suerte, que falta nos va a hacer

Los átomos burlones

"Aquí estamos de nuevo, porque nunca nos habíamos ido, siempre estuvimos ahí, encerrados en un sarcófago como si fuéramos momias egipcias, pero expectantes ante la ingenuidad de los humanos. Acaso pensasteis que sólo éramos energía limpia y barata, energía bajo control, ¡qué ilusos!, nosotros siempre estuvimos ahí, chocando entre nosotros en un universo que ni siquiera podéis imaginar y mucho menos controlar".
A mi correo ha llegado este mail, no llevaba remitente, pero me ha hecho reconsiderar la necedad de aquellos que ahora se enzarzan en una lucha fratricida entre los pro y los contra la energía nuclear, porque es muy fácil opinar cuando no se tiene una central nuclear cerca de tu puerta. En mi caso, he vivido 5 años de mi vida a menos de 30 kilómetros de una, Almaraz, en Cáceres, y os puedo decir que no es muy grato saber que ese incógnito enemigo oculto, que es la radiación, se mueve en tu entorno sin que tu lo intuyas.
No voy a entrar en ésta polémica que no lleva a ningún lado, lo que está hecho, hecho está, pero lo que si me atrevo, con vuestro permiso, es a criticar la hipocresía y la deshumanización de un mundo que está más preocupado por su propio riesgo, a miles de kilómetros del foco del desastre, que por el hecho fatal y constatado que representa la muerte de miles, tal vez decenas de miles de personas, sí, personas que han fallecido por un terrorífico tsunami que ahora ya no es el foco de la atención mediática, ahora el foco está en salvar nuestro pellejo, no vaya a ser que....


      Paz, amor y suerte, que falta nos va a hacer.

La Revolución Molesta


En esto días de zozobra y desaliento, creo advertir un ligero tufillo a olvido y rechazo del pueblo libio, por parte de la vieja Europa, quizás sólo sean cosas mías, pero tengo la impresión de que los intereses económicos de Muamar el Gadafi en muchos de los países europeos, sus cuentas en paraísos fiscales, sus propiedades en gran parte de los países con intereses energéticos en Libia, están haciendo que las miradas de la mal llamada Comunidad Europea,  de las Naciones Unidas y  de los Estados Unidos, se vuelvan hacía otro lado, dejando a su suerte a miles de libios que se alzaron, de modo heroico, siguiendo la estela de otros levantamientos en el norte de África y que ahora desfallecen sin apoyo. 
Estos alzamientos, vistos desde los sesudos cenáculos donde se toman las decisiones, no han resultado peligrosos hasta el momento en que han aparecido en escena dos invitados que no estaban llamados al banquete; por un lado, el jinete del apocalipsis de la inmigración que se ha plantado a las puertas de Europa y más concretamente, de la apaleada Italia, ¡qué fue de ti, antes grandiosa Italia y ahora triste imagen de ti misma! y por otro, los efluvios tóxicos del gas y del petróleo libio, necesarios para la maltrecha economía occidental.
Y heme aquí que caigo en la cuenta de que este "deja vu" de inacción ya lo conozco, me suena mucho, quizás a la 1ª guerra del Golfo, en los 90, cuando Saddam Husayn, que es así como se escribe, masacró a los kurdos en el norte de Irak, para luego aplastar a los chiís que se levantaron contra él, con el beneplácito y el desdén de la ONU, la OTAN y el sunsun corda, y que, más tarde, volveríamos a ver en la guerra civil de los Balcanes, en Kosovo, en fin, que os voy a contar que no sepáis.
Ahora, amparándose en una tragedia de inconmensurable magnitud y de intangible dimensión, volvemos a tapar una tragedia con otra de no menor valor aún, la tragedia del pueblo libio, los dejamos a su suerte porque ahora nuestro egoísta interés se balancea entre la tragedia en el país del Sol Naciente y nuestro temor a una hecatombe nuclear, y me pregunto: ¿dónde ha quedado el pueblo libio? No lo sé, pero esto me suena a otro tsunami indonesio, a otro terremoto haitiano, a Darfur, a Liberia, a Ruanda y a un Chile que ya no interesa. ¿Me lo parece a mí o esto ya lo he vivido en alguna otra vida?. 

Paz, amor y suerte, que falta nos va a hacer.